En la vigésimo novena edición de los Premios ISALUD, hubo una historia que encendió el alma de los presentes y sobre todo de aquellos que pertenecen a la familia de la Universidad: el recuerdo de uno de sus miembros fundadores, Eugenio Zanarini, quien fuera vicerrector y editor general de la Revista, además de ocupar cargos destacados en la gestión del sistema público de salud. Formado en relaciones industriales y management, Zanarini falleció el 4 de mayo de 2021, mientras estaba al frente de la Superintenden dieron lanzar el Premio al Fortalecimiento de la Seguridad Social en Salud, que llevará su nombre y tiene como objetivo convocar ideas, proyectos y propuestas para afrontar los desafíos que vienen en el sistema de seguridad social en salud. Walter García, secretario de Ciencia y Tecnología de la Universidad ISALUD amplió el significado de esta convocatoria, que ya está abierta: “Los lineamientos están en nuestra página web y pueden participar tanto instituciones públicas como privadas, personas en forma individual o en grupos de trabajo, y la recepción es hasta el 15 de septiembre. El 29 de octubre se van a anunciar a los ganadores. Se entregarán tres premios en total, uno económico de 1,5 millones de pesos al ganador, también el segundo y tercero tendrán un premio económico, y a partir de estas propuestas y de las menciones especiales se publicará un libro que será editado por ISALUD”

Las hijas de Eugenio, Yanina y Paola, recibieron la plaqueta homenaje y fue el rector honorario de ISALUD, Ginés González García, quien lo recordó: “Eugenio sigue teniendo mucha presencia en esta casa, cada ladrillo de esta Universidad tiene que ver con su persona, siempre fuimos amigos aunque pensáramos distinto, pero esas diferencias sirvieron para que esta casa tuviera más fuerza y desde las necesidades de nuestro sistema de salud pudiéramos concretar las cosas que hicimos. Él siguió trabajando en condiciones que no debió hacerlo, lo supe después, pero cuando uno es funcionario sabe que lo que puede cambiar es el futuro y para eso es necesario construir consenso, confianza, y eso no es fácil en un país como el nuestro”.

A continuación, Andrés Leibovich, uno de los miembros fundadores de ISALUD, dio por comenzado el acto de premiación, y entre las categorías destacadas, la primera mención le tocó al área de Economía y Salud, y el premiado fue Carlos Díaz, médico especialista en terapia intensiva, nefrología y salud pública, director de la Especialización en Economía y Gestión de la Universidad ISALUD, y gerente médico del Sanatorio Sagrado Corazón, entre otros cargos. Es autor de varios libros y artículos científicos, y padre de la llamada “bestia sistémica”, definición de su autoría donde analiza la complejidad organizacional de las empresas de salud.

El premio Educación y Salud fue para la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina, que desde hace 15 años dedica entre sus actividades a la formación y profesionalización de enfermeros universitarios y auxiliares de enfermería en todo el país. Este proyecto de capacitación cuenta ya con más de 4000 enfermeros universitarios graduados, y extendió su mirada inclusiva logrando acuerdos con comunidades aborígenes, entre ellas la diaguita de Tucumán y la qom de Chaco, con el objetivo de formar nuevos enfermeros universitarios que brinden cuidados profesionales de salud a sus comunidades.

A la hora de reconocer programas, proyectos e ideas el premio al Medio Ambiente y Salud fue para el Plan Nacional Reducción de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos. Según la ONU se pierde o desperdicia aproximadamente un tercio de la producción de alimentos destinados al consumo humano (unos 1300 millones de toneladas al año), lo que impacta negativamente en lo social, económico y ambiental. Las estimaciones sugieren que entre el 8 y el 10 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero están asociados a alimentos que no se consumen. América latina es responsable del 10% del desperdicio global (unos 130 millones de toneladas al año), y en Argentina se estima que se pierden 16 millones de toneladas de alimentos anuales, lo que representa el 12,5% de la producción agroalimentaria del país.

En el plano institucional, el reconocimiento le llegó al Hospital Materno Infantil Ramón Sardá, al que se le otorgó el premio Servicio de Salud. El primer mes de su habilitación en abril de 1935, se habían internado 40 pacientes y se produjeron 36 nacimientos, y en la actualidad registra alrededor de 6000 partos por año y se realizan 150.000 consultas ambulatorias de obstetricia, ginecología y pediatría. El hospital desde 1970 aloja a las madres de recién nacidos que deben permanecer internados dentro del programa maternidad centrada en la familia, y en esa residencia se llevan acciones de educación para la salud, de evaluación de riesgo social sanitario y de integración familiar, y estas mismas intervenciones fueron reconocidas como ejemplos de buenas prácticas por la OPS y la OMS.

A título individual pero acompañados por sólidos equipos de trabajo, fueron premiados Mateo Salvatto, (Premio Investigación, Innovación y salud) por el desarrollo de la aplicación Háblalo para asistir a personas con dificultades para comunicarse (la aplicación se utiliza en más de 45 países con más de 250.000 usuarios en el mundo); Nora Bär, Premio Medios de Comunicación y Salud, destacada periodista científica, pionera en la especialidad y que hoy integra la Red Argentina de Periodismo Científico; y Dora Barrancos, Premio Trayectoria, socióloga, investigadora, historiadora argentina, con un interés enfocado en el feminismo en muchas de sus formas, y en conflictos y revoluciones públicas y privadas llevadas a cabo por las mujeres, entre otros temas.

Galardonados en las siguientes CATEGORÍAS:

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Educación y Salud
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Innovación e Investigación y Salud
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