Mortalidad infantil en la Argentina y en Chile entre 2002-2012. Un ejercicio de análisis comparado
Fecha
2015-10Autor
Irurzun, Alejandra María
Jorgensen, Natalia
Royer, María Eugenia
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
El estudio de la mortalidad constituye una forma indirecta de conocer el estado de salud de una población, junto con la morbilidad y
la discapacidad. La medición directa de la salud se encuentra con
la gran limitación de establecer criterios objetivos para dar cuenta
del continuo de posiciones que puede ocupar el estado de salud de
las personas. En ese continuo, la muerte es sin duda, un resultado
irreversible. Resultado que si bien a la larga no puede ser evitado,
adquiere creciente dramatismo cuanto más precozmente ocurre,
ya que una muerte precoz es, en la mayoría de los casos, reducible.
Esa muerte podría no haber ocurrido e interpela la conciencia de la
sociedad y de los servicios de salud.
Hoy hay plena conciencia que basar el diagnóstico de salud de
una población y el consecuente trazado de planes y programas en
la información de la mortalidad es incompleto y parcial. Es tal la
importancia que la morbilidad y la discapacidad han cobrado que
desconocerlas a la hora de definir acciones resulta inaceptable. El
estudio de la mortalidad “refleja una historia muy incompleta de la
enfermedad y el sufrimiento” (OPS, 1989). Sin embargo, la muerte
prematura, reducible, es un dato duro, un insumo esencial para un
planificador. En esa vía, sigue representando uno de los principales
retos a la salud pública y a las políticas sociales de un país...