Violencia y juventud: la patota pandillera como unidad de análisis
Resumen
Cuando varios jóvenes se
agrupan para atacar, buscando al muchacho desprevenido que camina solo, se genera una
sintonía entre ellos que los unifica en el
deseo de matar. Es la conducta de la patota pandillera, que goza con la vulnerabilidad de la víctima que no espera el ataque
y no atina a defenderse. Sorprendido, sólo
puede gritar y caer inerme ante los golpes
y las patadas que buscan lastimarlo.
Esos jóvenes agrupados en la patota pandillera recorren los barrios. La patota se
enardece cuando sale de un boliche, se
desparrama por las calles, suele lastimar
gravemente a su víctima y no duda en filmarse a sí misma durante el ataque. Sus
miembros son coleccionista de episodios
sangrientos contenidos en sus celulares
como trofeos de sus brutalidades inexplicables.