Disminución de la suspensión de procedimientos quirúrgicos programados en la Unidad Asistencial Dr. Cesar Milstein, INSSJP
Resumen
La suspensión de cirugías programadas constituye un
indicador de calidad de la asistencia al paciente quirúrgico. Su incremento por encima del estándar representa una situación de ineficiencia y falta de equidad al
impedir el ejercicio de un derecho, con el consecuente
fracaso de la misión hospitalaria.
El indicador de la tasa de desempeño más aceptado
es el número de cirugías suspendidas dividido sobre
el total de cirugías programadas en un determinado
periodo de tiempo. En cambio, en nuestro país, el Programa de Indicadores de Calidad en la Atención Medica (PICAM) lo define como el porcentaje de turnos
quirúrgicos suspendidos o postergados por más de 24
horas, sobre el total de turnos de cirugías programadas realizadas en el quirófano. Se incluyen todas las
cirugías programadas realizadas en algún quirófano
(cuantificados por sesión quirúrgica), independientemente de la simultaneidad de prestaciones o procedimientos practicados y excluyendo las cirugías efectuadas fuera de quirófano y las cirugías de urgencia,
así como curaciones, punciones, venoclisis, suturas o
similares. La suspensión o postergación de una cirugía
programada genera en el paciente inestabilidad emocional, angustia, incertidumbre o depresión, aspectos
negativos frente a una agresión quirúrgica.