Inequidades en salud: el caso de la morbilidad y mortalidad materna e infantil en la Argentina
Resumen
El campo de la salud sexual y reproductiva es un campo conformado recientemente. Su primera definición data de finales de la década del 80. Unos años más tarde, la definición y sus alcances fueron convalidados por el consenso de los países que integran las Naciones Unidas en los documentos relativos a la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo de El Cairo de 1994 (NU, 1995) y en la Conferencia Internacional sobre la Mujer realizada en Beijing en 1995 (NU, 1996). En su operacionalización se incluyen aspectos relativos a la sexualidad, la reproducción, los cánceres genitales y de los órganos reproductivos, la violencia de género, las infecciones de transmisión sexual, entre otros. La salud reproductiva es “un estado general de bienestar físico, mental y social, y no de mera ausencia de enfermedades o dolencias, en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo y sus funciones y procesos” (OMS, en línea (a)). Esta definición hace explícitas la capacidad de las personas de “disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos” (OMS, en línea (a)) y la capacidad y libertad para decidir procrear, cuándo y con qué frecuencia hacerlo.
Reconociendo el espectro y la integralidad del campo, a la vez que respondiendo al propósito de esta publicación, abordaremos en este capítulo algunos conceptos fundamentales sobre sobre la morbimortalidad materna e infantil y se aplicará el modelo de determinantes sociales para analizar cómo se expresan los distintos determinantes sociales cuando deben proveerse servicios de salud desde una perspectiva de género, de derechos y de equidad (Romero et al., 2010). Asimismo, se considerarán algunos de los indicadores de morbilidad y mortalidad materna e infantil en el caso específico de la Argentina, con el objetivo de analizar las diferencias regionales que estos fenómenos presentan a escala subnacional.