Ciudades amigables con la edad: aplicación del Protocolo de Vancouver (OMS) a la ciudad de La Plata
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Date
2008Author
Gascón, Silvia
Redondo, Nélida
Aguilar, Mercedes
Tordó, María Nair
Elicabe, Inés
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La ciudad de La Plata es la capital de la provincia de Buenos Aires, el estado más importante de la República Argentina en extensión, cantidad de habitantes y producción económica. La ciudad posee prestigiosas universidades, centros de investigación científica, museos, bibliotecas, centros culturales y teatros. La Plata tiene algo más de 500.000 habitantes, se trata por tanto de un aglomerado urbano de tamaño intermedio. El 11,8% del total de la población de la ciudad es mayor de 65 años, es decir, su población está envejecida. En el mes de septiembre del año 2006 se inició una investigación empírica en el marco del convenio firmado por Instituto Universitario ISALUD, que permitió incorporar la ciudad de La Plata al proyecto “Ciudades amigables con la edad” promovido y coordinado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El objetivo general de la investigación fue conocer la opinión de los actores clave acerca de las ventajas y desventajas que la ciudad ofrece para el bienestar cotidiano de las personas mayores. Durante los meses de octubre y diciembre del año 2006 se realizaron doce reuniones de grupos focales, aplicando la metodología desarrollada en el Protocolo de Vancouver: a) ocho grupos de personas mayores de 60 a 74 años y de 75 años y más, de nivel socioeconómico alto y bajo, b) un grupo de cuidadores informales de personas mayores dependientes, y c) tres grupos de proveedores de servicios para personas mayores de los sectores estatal, no gubernamental y privado. Los resultados de la investigación muestran que existe consenso en todos los actores clave entrevistados acerca de las ventajas que la ciudad ofrece por la belleza del entorno urbano, por sus espacios verdes y por la destacada oferta de actividades culturales, educativas y sociales, muchas de ellas específicamente dirigidas a la población de edad mayor. También se subraya que estas dimensiones de la dinámica ciudadana facilitan las relaciones sociales y la integración de las personas mayores con su comunidad. En sentido contrario, es unánime la percepción de las desventajas que en la actualidad dificultan severamente la vida cotidiana de las personas mayores: a) la inseguridad derivada de la elevada criminalidad y delincuencia, b) las veredas rotas y la falta de mantenimiento de los espacios verdes, c) la inadecuación del transporte público, tanto por el recorrido como por las características de las unidades, d) la falta de cumplimiento de las normas básicas de tránsito, y e) la inaccesibilidad de los edificios. Otras dimensiones indagadas muestran interesantes diferencias en los patrones de percepción entre los distintos grupos. El análisis del conjunto de la información relevada y analizada evidencia que predomina la evaluación negativa acerca de la “amigabilidad” de la ciudad para las personas mayores. Las sugerencias formuladas por los distintos actores permiten orientar las acciones para encarar la transformación positiva de la situación actual