Consumo de alimentos estimulantes del sistema nervioso central y la ocurrencia de trastornos sueño-vigilia
Resumen
Introducción: La calidad del sueño puede verse afectada por diversos mecanismos propios del individuo o del ambiente, uno de esos factores es la alimentación. Objetivo: Describir el consumo de alimentos estimulantes del SNC y la ocurrencia de trastornos de sueño-vigilia. Material y Métodos: Estudio descriptivo observacional transversal. Se evaluó una muestra no probabilística de 60 jóvenes adultos parte de tres grupos de redes sociales, durante el mes de Noviembre y Diciembre de 2015. Mediante encuestas online, se utilizo un cuestionario de frecuencia de consumo, indagando la frecuencia y cantidad de consumo de alcohol, café, hidratos de carbono simple, bebidas cola y energizantes; el cuestionario trastornos de sueño Monterrey, para la clasificación de los trastornos del sueño. La calidad del sueño se midió mediante cuestionario Pittsburg donde “0” indica facilidad para dormir y “21” dificultad severa en todas las áreas. Finalmente se valoró el nivel de conocimiento de hábitos nutricionales de la higiene del sueño mediante preguntas conceptuales del tema. Resultados: La media de edad fue de 27 años ± 7. El 33% (n=20) eran estudiantes universitarios. De los alimentos estimulantes del SNC, se observó que el azúcar fue el de mayor consumo 47% (n=28) (8,4± desvío 5 gr/día), seguido de cerveza con un 35% (n=21) (239,3± desvío 34,3 gr/día). De las infusiones, el té con el 17% (n=10) (186± 60,5 gr/día) seguido del café instantáneo con un 15% (n=9) (180,4± 64,3 gr/día). Bebidas colas 13% n=8) (223,1± 45,7gr/día), Red Bull 7% (n=4) (210±43,1 gr/día). El 83% (n=22) consumía alguno de estos alimentos 6 horas antes de dormir en la semana. El 60% (n=36) había sentido que no puede moverse o se sentía paralizado al empezar a despertar siempre o casi siempre, 60% (n=36) rechina los dientes cuando está dormido. Finalmente, al evaluar en la totalidad del grupo la calidad del sueño en el último mes, el 80% (n=48) refirió que era bastante mala y muy mala, el 83% (n=50) no conoció el concepto de higiene del sueño y el 60% (n=36) no sabía si la alimentación tiene relación con la higiene del sueño. Conclusión: Se encontró en la población evaluada que más del 50% de los consumidores que refieren el consumo del alimento estimulante del SNC) refirieron tener calidad del sueño mala o bastante mal.