La adopción de una nueva forma de consumir café: estilo starbucks
Resumen
Los hábitos de desayuno y merienda han ido cambiando en la Ciudad de Buenos Aires, no sólo porque muchos de ellos no se realizan en el hogar sino porque antes lo más consumido era el mate. Dentro de estos cambios aparece el café. Su consumo ha crecido y el impacto va más allá de lo alimenticio. Su versatilidad ha quedado demostrada cuando observamos que es el componente clave en el día de cualquier ciudadano, también acompaña la actividad diaria dando energía o cerrando negocios. Además, “tomar un cafecito” suele ser la invitación tentadora cuando se necesita un minuto de relax o el nexo perfecto para el encuentro con otra persona. Uno de los responsables del aumento en el consumo de café está representado por la cadena Starbucks la cual llegó al país en mayo del 2008 y, hasta ahora, ya lleva 65 locales inaugurados (la mayoría de ellos en la Ciudad de Buenos Aires). Este estudio intenta conocer, mediante la utilización de cuestionarios administrados a clientes de Starbucks, cómo son los nuevos hábitos de consumo que dicha cadena logró arraigar en los consumidores. Asimismo, evaluar si son beneficiosos o no para la salud. También identificar las razones que llevan a elegir Starbucks, conocer los productos más consumidos y el nivel de conocimiento que tienen respecto a la composición nutricional de ellos. Como resultados se encontró que el local atrae a un público de todas las edades, sobretodo adultos jóvenes, los cuales se identifican con la marca y con su popularidad. A su vez, se diversificó la forma de consumir café ya que está incluido en numerosos nuevos productos, los cuales al ser ricos en grasas y azúcares fueron los más consumidos e imitados por otras cadenas de cafés. También se constató un gran desconocimiento acerca del valor nutricional que ellos tienen y las consecuencias que pueden traer para su salud si se consumen frecuentemente. Como conclusión podemos afirmar que el gusto por determinado tipo de alimentos es principalmente una construcción cultural. Sobretodo impuesta por la industria y los medios masivos de comunicación y esparcida por la globalización que hoy transcurrimos. Comprobando así que lo nutricional se deja de lado y aflora lo meramente comercial, para lograr así productos más agradables al paladar que en su gran mayoría son los menos beneficiosos para la salud.