Práctica y estilo de vida saludable en profesionales promotores de salud
Abstract
Introducción: Resultaría lógico pensar que los profesionales de la salud al poseer pleno conocimiento de las etiologías de las enfermedades y su tratamiento, la relación entre conducta y enfermedad, serían las principales personas en evitar comportamientos que atenten contra la salud. Sin embargo, esto parecería no ser así. Objetivo: Conocer y comparar si los estilos de vida de los profesionales promotores de la salud, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, son acorde a las recomendaciones que ellos mismos brindan ejerciendo su profesión. Métodos: Se realizó un estudio descriptivo transversal. Se analizaron encuestas y recordatorios de 24 hs, de 60 profesionales promotores de salud
fraccionados en 20 según fueran médicos, nutricionistas o profesores de gimnasia, para
conocer hábitos de alimentación y estilos de vida, estado nutricional, factores de riesgos asociados y las recomendaciones que principalmente brinda esta población. Se utilizaron imágenes visuales para facilitar el conocimiento de las porciones en los recordatorios. Resultados: Del estado nutricional hay una prevalencia del 33 % aprox. del total de la población, con obesidad y sobrepeso; siendo en contrapartida los nutricionistas el grupo con menor bajo peso. En cuanto a los hábitos de alimentación y estilos de vida, ninguno de ellos son saludables, debido a que la mayoría de la población no tiene una alimentación armónica, ni de buenas calidad y cantidad, siendo el consumo de grasas elevado en rel ación V.C.T. En relación al consumo de verduras y frutas el 82% no consume las cantidades recomendadas. También se observó un elevado consumo de sodio y que el 80% aprox. del total consume alcohol. A su vez, se observó una gran falta de horas de descanso, chequeos médicos periódicos, y respecto a la actividad física el 50% de los profesionales son sedentarios. En relación a las patologías asociadas la dislipemia y obesidad son las más prevalente, representando un 20% del total de la población. Finalmente, dentro de las principales recomendaciones están: “hacer actividad física, consumir frutas y verduras, realizar 4 comidas, controlar el consumo de sal, grasas y azúcar, no ingerir bebidas alcohólicas etc.” Conclusión: con lo expuesto, se puede evidenciar que los profesionales promotores de salud no llevan hábitos y estilo de vida saludables, y que sus principales recomendaciones son las que ellos mismo no practican.